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Sri Lanka Tour: Día 11, rumbo a Ella.

Ese día sí nos tocó madrugar, teníamos que desayunar, recoger todo, hacer el chek-out e ir a la estación con tiempo suficiente para comprar los billetes. Durante la noche el toque de queda se transformó en estado de alerta y supusimos que habría más turistas en la estación queriendo abandonar la zona, así que a pesar de que el tren salía a las 8.45h, nosotros compramos los billetes 1h antes y esperamos en la estación.


Se dice que el tren de Kandy a Ella es uno de los recorridos más bonitos del mundo, no sé si es el más bonito, pero hay unos paisajes chulísimos. Otra cosa que se dice, y esa sí que no es cierta, es que hay que coger el billete en 3ª clase, eso da absolutamente igual, tanto 1ª, como 2ª, como 3ª clase van con las ventanas y las puertas abiertas, así que puedes echar fotos, salir por la puerta a colgarte del tren haciendo el mono y lo que quieras. Como ya dije anteriormente, ir en 1ª clase te asegura el asiento y no estar en un vagón lleno de gente hasta los topes, 2ª y 3ª no te aseguran ni tan solo que quepas.



Nuestros billetes eran de 2ª clase porque así lo decidió el de la taquilla, pero cuando llegó el tren hubo tal avalancha de gente intentando subir que la puerta que nos paró justo delante ponía 3ª y nos metimos igualmente y por suerte conseguimos un par de asientos y con ventanilla.


Como consejo os diré que, si podéis, os pongáis en el lado derecho según el sentido de la marcha, ya que es el que tiene mejores vistas, y no tengáis prisa en levantaros a hacer fotos sacando todo vuestro cuerpo serrano por la puerta del vagón, el trayecto es largo y tendréis tiempo, si conseguís un asiento mantenedlo el máximo tiempo que podáis, porque como os he dicho, se dice que el tren a Ella hace el recorrido más bonito del mundo, pero pocos dicen que también debe hacer el trayecto más lento… 8h 15mins para recorrer 168kms!!! Al principio querréis hacer todo tipo de fotos, del paisaje, de vosotros mirando el paisaje, de vosotros sacando la cabeza por la ventana, en la puerta… y cuando llevéis 5 o 6h querréis lanzaros del tren, bajaros y empujarlo, matar a todo el que esté de pie y os restriegue el culo por el hombro (en el mejor de los casos) u os meta el codo en el ojo. Cuando lleguéis a Ella aquello parece una marcha de tullidos de visita en Lourdes.


Nosotros por suerte conocimos a 4 chicas españolas afincadas en Alemania que nos hicieron el camino más ameno, charlando sin parar de todo lo que se nos ocurriera. Y nos las hiríamos encontrando allá donde fuéramos hasta el fin del viaje. A medida que subís las montañas el paisaje se va volviendo más boscoso y verde, en algunos blogs leímos que la mejor parte era una vez pasada la parada de Nanu Oya, no entendimos eso, antes de esa parada el paisaje era fantástico, lleno de campos de té por todos lados, poblados con mucho encanto, etc., a partir de allí el tren se adentra entre bosques en los que lo único que ves son paredes cerca del tren, y kilómetros y kilómetros de árboles talados, con lo cual, entiendo que la cosa ha cambiado bastante de un tiempo a esta parte, así que aprovechad la primera mitad del camino para volveros locos con la cámara.



En los últimos kilómetros el tren se vació bastante, en Nanu Oya bajan bastantes turistas y en los últimos poblados algunos locales, así que cuando faltaba aproximadamente 1h nos levantamos ya sin miedo a perder los asientos y empezamos a mongolear en las puertas haciendo todo tipo de fotos.



Pensad que el tren no va excesivamente deprisa, pero eso no significa que no sea peligroso sacar casi todo el cuerpo por la puerta, hay postes, ramas, etc que pasan realmente cerca del tren y que te pueden dejar seco en el sitio, o no necesariamente golpearte con nada, si te resbalas y caes no creo que salgas muy bien parado.


Y por fin llegamos a Ella, la estación tiene su encanto, no tanto así todo el tumulto que se forma para salir de ella por la pequeña puerta en la que, uno por uno, van pidiendo el billete a todos los turistas, así que no lo perdáis durante el trayecto!!


Era ya media tarde cuando llegamos, Ella no es para nada grande y es puramente un sitio para turistas, todo es muy artificial, lleno de bares y restaurantes y en breve muchos más, porque estaba totalmente tomada por las grúas y las obras. Aun así la zona tiene mucho atractivo y muchas actividades para hacer.



Desde la estación no tiene pérdida llegar a ningún lado de la población, y todo está cerca, así que no os dejéis liar por los conductores de tuk-tuk que todo aseguran que está lejos con tal de que les contratéis. En mitad de lo que sería “la calle principal”, y prácticamente la única, hay una pequeña caseta de información, no se enteran mucho de nada, pero al menos para situar vuestro hotel si no os ubicáis está bien.


Nuestra elección para las 2 noches que íbamos a pasar allí era el The Bamboo, que resultó ser una maravilla, no es un hotel al uso, es más parecido a un airbnb, en realidad la dueña vive en una casa anexa, con porche y jardín, y justo delante hay un pequeño edificio de 2 plantas, con un miniapartamento en cada una de ellas, entras y sales cuando quieres y te sirve unos desayunos buenísimos a la hora que tu le digas en el porche de su casa.



Salimos al poco a dar una vuelta por el poco espacio que ocupa Ella, estuvimos entrando en todas las tiendas y al cabo de un rato acabamos cenando en The Chill, un enorme restaurante abierto, con forma de cabaña gigante, y que en su planta superior tiene un estupendo bar a modo chill out con sofás y pufs repartidos por todo el suelo, aprovechamos el lugar para planificar qué ver exactamente al día siguiente, las opciones son varias pero en 24h no da tiempo para todo, así que las valoramos y escogimos la ruta que haríamos después del desayuno al día siguiente.




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