2 guys,
1 world...
Regreso
al paraíso
(parte IV)
Etapa 4: Salto al norte de Tailandia.
Pues dejamos atrás el norte de Tailandia. En Chiang Mai hemos comido en la calle sin morir al día siguiente, casi era más problema levantarse de esos mini taburetes que tienen los mercados al aire libre. Hemos recorrido kilómetros de mercado nocturno a pesar de ver que todos los puestos venden lo mismo y hemos regateado sin corazón, me encanta cuando vendedores y tuktukeros nos enseñan foto de la familia para dar pena... Enseñarnos fotos d sus hijos para dar pena... a nosotros...!!!
Hemos ido de un templo a otro hasta llegar a la gran verdad: los europeos son idiotas. Entras a un templo budista, te descalzas en la puerta y automáticamente pasa algo que los vuelve a todos budistas, se arrodillan, rezan, se tragan una ceremonia a base de mantras repetidos por monjes mientras ves a los más jóvenes con sus iphones jugando y pasando de todo, pagan por recibir bendiciones... Después seguro que son de los que en su país no pisan una iglesia y que claman para que el estado no mantenga religiones. Yo en los templos budistas básicamente dedico el rato a:
- Hacer fotos.
- Flipar con que cobren por todo, por poner incienso, por poner flores, por recibir bendiciones, por hacer ofrendas de comida cuando no tienen para comer ellos... Tienen incluso opción de pago vía códigos QR!!
- Ponerme donde joda las fotos de los demás, especialmente de aquellos que me han hecho esperar hasta conseguir la foto sin ellos.
A los templos no se va a nada más.
En el desayuno del hotel nos daban 1 guante al entrar. UNO. Por lo visto el Covid se contagia por la mano que uses al agarrar cosas, pero puedes ir sin mascarilla y escupir, estornudar o lamer las cosas y dejarlas en el buffet que no pasa nada si llevas un guante puesto. Estos están en 1° de pandemia, y eso que en Tailandia están en el año 2565... y hoy en Laos nos dan un papel que pone "Welcome to Laos 2018", es un ir y venir en el tiempo que verás el jet lag que nos va a dar...
Y en cuanto a Chiang Rai pues los que lo conocéis ya sabéis que ofrece menos que Chiang Mai y para los que no lo conocéis os lo resumo en que Chiang Rai es la amiga fea, con granos y recién levantada de Chiang Mai, vamos, un cuadro. Pero básicamente queríamos ver el templo azul que no estaba hecho cuando vinimos la primera vez y confirmar que el hotel donde habíamos estado era una mierda, y sigue siéndolo.
Y hoy vuelo hacia Laos, a nuestro amado Luang Prabang del que no dudéis que encontraré de qué quejarme.
En el aeropuerto me han requisado dos botes de spray antibichos y luego en el control de policia otro spray repelente de mosquitos, por cómo me miraban ya me estaba imaginando que fueran animales sagrados y que acabaría en la cárcel, que yo allí soy un caramelito, pero no. De todas formas no estaría mal que montárais un crowfounding por si acaso.