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Sri Lanka Tour: Día 12, alrededores de Ella.

Habíamos quedado con la dueña de la casa en desayunar a las 8h así que nos lo tomamos con calma, y a las 9.15 salimos hacia nuestra primera excursión, el Little Adam’s Peak, una montaña de altitud media y que está a 1h y poco a pie desde Ella.


Tal cual se termina la calle principal de Ella y se bifurca hay que ir hacia la izquierda, y ya no dejar el camino, al principio es todo llano y sin ninguna dificultad, en una de las curvas hay un pequeño restaurante y detrás veréis que hay campos de té, ahí hay que dejar el camino y adentrarse por el de tierra que va entre los campos e ir siguiéndolo, se va complicando un poco, pero no son (aun) cuestas complicadas, el paisaje ya empieza a ser interesante, montañas a lo lejos, y todo rodeado de campos de té de un verde intenso. Cuando el camino se empiece a complicar con bastantes piedras llegaréis a otra bifucación, y veréis que la opción a vuestra derecha tiene una especie de barrera para que no pasen vehículos, es por ahí donde tenéis que seguir y aun os queda un buen trozo, y justo en el pie de la montaña empieza un tramo de escaleras entre la vegetación y ahí empieza el ascenso durillo, tampoco es mortal, pero sumadle lo que ya lleváis hecho y el solazo cayendo, pero llegar arriba merece la pena.


Little Adam's Peak

No tanto porque vayáis a ver nada que no hayáis visto durante el camino, pero el paisaje es muy bonito, todo verde, con un peligroso acantilado a vuestros pies y ninguna barrera para protegeros. La montaña tiene 3 montículos donde puedes ascender para echar distintas panorámicas, y algunas rocas y salientes donde hacerte fotos de esas en las que puede ser la última que te hagas como resbales o la roca se desprenda, vosotros veréis, yo me hice unas cuantas sentado y casi me tienen que sacar de allí en grúa por la impresión.



En el borde del Little Adam's peak

Una vez agotadas todas las posibilidades de fotos, que menos colgando de un árbol las hicimos todas, volvimos sobre nuestros pasos hasta la barrera metálica que os dije antes, (es posible que haya algunos tuk-tuks por allí, para más señas) una vez allí no volvimos por donde habíamos venido si no por el camino que no escogimos para subir a la montaña, nuestra intención era visitar ahora el famoso 9 arch bridge, el puente de los 9 arcos, una de las estampas más famosas de Sri Lanka.


Trayecto de Little Adam's Peak hasta 9 arches bridge

Nada más empezar ese camino entraréis en terreno del hotel 98 Acres, un fabuloso resort de cabañitas colgantes con jacuzzi, piscina, etc, se puede pasar sin problemas por el camino, más adelante éste se bifurca, pero ya veréis que el camino de la derecha os lleva hacia el hotel, así que tenéis que bajar por el de la izquierda a la sombra de unos enormes eucaliptos. Ese camino os llevará hasta una carretera, que hay que seguir en la misma dirección que íbais hasta llegar a la fábrica de té Finlays y una vez superada ésta, a pocos metros hay unas casas y justo en la curva os tenéis que meter a la izquierda, hay un pequeño cartel que anuncia “The secret”, y coger el camino más a vuestra izquierda y empezar a bajar, os iréis metiendo cada vez más en un camino estrecho entre algunas casas locales, y llegaréis a un bar que tiene un “view point” que pone “sólo para clientes”, desde allí la gente ve el puente mientras se toma algo tranquilamente, pero si seguís bajando unos metros más llegareís a una pequeña rampa que entra a una casa y hay otro cartel anunciando algo del puente, bajad y haceros ver por los dueños y les pedís como ir hasta el puente, amablemente os abrirán una puertecita azul del jardín y empezaréis a bajar por un “camino” hecho a base de pasar gente y más gente que os llevará directamente hasta las vías del tren en 5 minutos. Si oís el tren pitar podéis quedaros como hicimos nosotros en ese camino para verlo pasar entero y tomar fotos o videos.


9 arches bridge

Una vez en las vías está siempre lleno de gente tomándose fotos andando por las mismas, esperando al siguiente tren pasar, o algunos jugándose la vida subidos al borde del muro del puente para tomarse fotos con una caída de posiblemente más de 100m hasta el riachuelo. Cada uno que se la juegue como quiera.


A partir de aquí, y una vez echado el rato, hay quien opta por volver por donde vino, otros suben a la izquierda justo antes de llegar al túnel y ascienden por un nuevo camino. Nosotros decidimos volver andando hasta la estación de Ella siguiendo las vías, que era el camino más llano y rápido. Tenéis que cruzar el túnel y en poco más de 3kms estaréis en Ella, eso sí, no hay ni una sombra en todo el trayecto.


De camino a Ella siguiendo las vías

Una vez llegamos (quemados de nuevo) a Ella, nos fuimos a tomar un baño a nuestra habitación y comimos en el restaurante que había justo al lado de nuestro alojamiento, el 360Ella, no está mal pero tampoco es nada del otro mundo. Nos dimos una vuelta por las tiendas comprando aquí y allí, y nos acercamos a la caseta de información para preguntar sobre las opciones y horarios para viajar hasta Mirissa, nuestro próximo destino, y acabamos de nuevo en el Chill, en principio íbamos simplemente a pasar un rato tomando algo, pero conseguimos un par de pufs en un rincón y ese “rato” acabó siendo toda la tarde leyendo la guía, planificando lo que aun nos quedaba de trayecto y descansando mientras escuchábamos música para acabar cenando allí mismo y sin ni movernos del puf.


The Chill, el mejor bar-restaurante de Ella

El de información no tenía los horarios de los autobuses a Mirissa, ni tenía idea del tiempo que tardaban (ya os dije que no servían de mucho), y nos remitió a la parada del bus que está unos metros más abajo en la bifurcación derecha de la calle, una vez allí no hay rastro de horarios pero un local nos dijo que los horarios estaban en la caseta de la policía (…) que está a pocos metros de allí, a la izquierda en la bifurcación, y la policía se limitó a abrirnos una libreta donde había escritos unos horarios y nos dijo que los autobuses tardaban casi 7h en llegar a Mirissa. Así que decidimos que al día siguiente nos levantaríamos con muchas ganas de ir en bus para que nos encantara el trayecto…

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