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20 días por México: Dónde comer.

Qué queréis que os contemos de la gastronomía mexicana? Aparte de que está buenísima... No esperéis un gran post acerca de la gastronomía, no viajamos anotando direcciones y estudiando varios restaurantes allá dónde vamos, ya sabéis que nuestro blog no es tan detallado, pero os vamos a poner los lugares dónde comimos y os diremos si valieron la pena o no.


Al igual que pasa cuando uno va a japón y descubre que rara vez lo que aquí conocemos como "comida japonesa" no tiene nada que ver con lo que comes allí, con la mexicana pasa lo mismo, nosotros tenemos la suerte de ir a menudo a la Gastrotaquería, un mexicano de Barcelona que está buenísimo y que es lo más en cuanto a calidad, pero hemos probado otros que no tienen nada que ver con lo que os encontraréis en ese maravilloso país.


Nuestro primer contacto fue nada más aterrizar en DF, mientras esperábamos nuestro siguiente vuelo a Tuxtla, nos metimos en Maison Kayser, una cadena de restaurantes extendida por todo el país, y que, al contrario de lo que puedes esperar de una cadena, resultó estar la mar de bueno, unos platos bien presentados, algo más caro de lo normal, pero teniendo en cuenta que estábamos en un aeropuerto, muertos de hambre y que no teníamos aún nada con qué comparar los precios, nos metimos y pedimos lo que más nos atrajo de la carta, y no nos equivocamos, juzgad vosotros mismos estas fotos.

En San Cristóbal de las Casas los más destacables son La Lupe, una típica cantina mexicana, con una decoración fabulosa y una comida buenísima a unos precios algo más altos de lo que os podéis encontrar por la zona pero sin exagerar en absoluto, y unos margaritas buenísimos también, no os lo perdáis.

La Lupe

Algo que no sabíamos es que la región de Chiapas es famosa por su café y os podemos asegurar que la buena fama es merecida, el café, lo tomaras dónde lo tomaras estaba delicioso, hay incluso algunos bares en los que sólo puedes tomar café solo y cuando pasas por delante el aroma es indescriptible. El del hotel estaba tremendo también, y nos indicaron que su café se podía encontrar en los supermercados, así que allí que nos fuimos y nos volvimos con 4kgs de delicioso café de Chiapas, que a estas alturas no queda ni rastro en casa ya... por si sois cafeteros el que nos aconsejaron fue este:


Y como os contamos en el post del lugar, preguntamos a la recepcionista del hotel dónde podíamos comer cochinita pibil, nuestro plato favorito, y la respuesta fue sin dudarlo Achiote, y no se equivocó, un restaurante enano, con 4 mesas solamente y una carta no muy extensa, pero todo a base de cochinita pibil y todo más que buenísimo, y en este caso sí, a precios más que económicos, no esperéis grandes presentaciones, platos y vasos de hojalata pero la comida es espectacularmente buena.


Achiote

En Guadalajara ciudad no pisamos restaurante alguno, dimos un paseo rápido por el centro y nos centramos en Tlaquepaque, allí descubrimos (y repetimos) en el 1910, un restaurante en una azotea, la zona es famosa por sus restaurantes en los tejados de las casas, y la verdad es que, aunque picaba un poco de precio, te atendían maravillosamente, se estaba tranquilo, fuera del ruido de la calle, y la comida también estaba espectacular. El guacamole estaba para rebañar el cuenco, mirad las fotos...

A pocos metros del 1910 encontraréis el Paco's, que es la cantina con más capacidad de comensales de todo México, según leímos, no os podemos aconsejar sobre su comida porque no comimos allí, pero en el centro tiene un quiosco en alto, donde hay música de mariachis en vivo, pero también podéis visitar el lugar sin consumir, y estar deleitándoos con la música y las impresionantes voces de sus cantantes. Las críticas de tripadvisor no son muy allá sobre el restaurante, pero la música nadie os puede decir que no valga la pena.


Guanajuato nos brindó la primera decepción en cuanto a elección de restaurante en México, íbamos bastante perdidos y estando por el centro, el lateral de los Jardines de la Unión está lleno de restaurantes y nos metimos en el Conde Rul, que resultó ser de aspecto muy pijo pero sólo en el aspecto, la comida no era mala pero tampoco era nada del otro mundo, el guacamole era pésimo en esta ocasión.


Peeeeeero, como no hay mal que por bien no venga, al día siguiente durante el día nos alimentamos a base de puestos callejeros de fruta, que tenía una pinta impresionante y estaba aun mejor, y picoteando en bares varios, por la noche nos pusimos las pilas y empezamos a andar en busca de un lugar donde cenar y así dimos con los puestos ambulantes de comida, con lugares para sentarse incluso, en la pequeña plaza (sin nombre) que hay al lado del Museo Iconográfico del Quijote, unos cuantos puestos de comida, con un aroma que no podía engañar, y a unos precios irrisorios (5 tacos por $50), le dan mil vueltas a cualquier restaurante, si tuviera que poner una pega sería que sólo venden, en cuanto a bebidas, cerveza y refrescos, y yo sólo bebo agua, pero justo delante tenéis algunas tiendas de comestibles, abiertas hasta bien tarde, dónde podéis comprar lo que queráis y los de los puestos no ponen ninguna pega a que traigáis lo que os apetezca. No podéis iros de Guanajuato sin cenar allí.


San Miguel de Allende, donde pasamos sólo 24h nos dió una de cal y una de arena, y como en Guanajuato, la más sencilla fue la mejor de ellas. El Mercado Ignacio Ramírez nos proporcionó, además de un agradable paseo bajo techo, una comida riquísima en uno de sus puestos centrales y a muy buen precio, sentados en la barra de un bar, nos dejamos aconsejar por la camarera y no nos falló, buena comida y a muy buen precio.


En el Mercado Ignacio Ramírez

San Miguel está lleno de restaurantes en azoteas, como Tlaquepaque, pero en este caso bastante más caros, la zona es famosa entre los norteamericanos y está a rebosar de ellos, y supongo que de ahí que todo sea bastante más caro, cuidado porque algunos restaurantes tienen planta baja y azotea, y la carta que ponen en la entrada corresponde a los precios de la planta baja y no te lo avisan si pides subir a la azotea, al final nos dejamos llevar por las críticas que había en Tripadvisor de un restaurante llamado igual que la calle que lo alberga, El Correo, algo más arriba pasando de largo la fachada de la catedral, y que resultó no tener mucho que ver con las buenas críticas que tenían en el portal web, dejó bastante que desear.


Llegamos a la capital, Ciudad de México, naturalmente allí la oferta se múltiplica de manera infinita, nuestra recomendación vuelve a ser buscar mercados, que los hay de todo tipo, y allí encontraréis infinidad de opciones de comida, buena y barata. El primer mercado donde comer que os tenemos que recomendar es el mercado que hacen de lunes a jueves en el parque Alameda Central, justo al lado del Palacio de Bellas Artes, hay muchos puestecitos de comida, algunos con mesas y sillas y otros, como el primero que tomamos, con sólo 3 taburetes frente a la cocina portátil, pero esta señora que veis en la foto nos preparó unos tacos y unas gringas que estaban para ponerle un monumento en mitad de la plaza.



Aparte de ella, como os decimos, hay muchos más puestos, todos buenos y baratos, aquí 10 piezas nos costaron $100 (apenas 4€), así que nos pusimos finos y aun nos quedó hueco para probar alguna otra cosa en otros tenderetes.


En la Ciudadela, que es donde montan el mejor mercadillo de souvenirs de la ciudad, también podéis encontrar un par de locales justo en el centro, donde podréis comer a buenos precios, aunque es más turístico y tal vez esté más orientado a platos muy orientados al turista y a unos precios no tan económicos como el anterior mercado del que os hablábamos. Y por último, visitamos el Mercado de Coyoacán, cerca del Museo de Frida Kahlo, pero ahí, aparte de que el mercado no nos gustó nada, la zona de restaurantes estaba oscuras, húmeda y se mezclaba el olor de todo, al estar techado y cerrado por todos lados, así que allí no comimos nada, pero que sepáis que hay una amplia zona de restauración en su interior.


Hay una franquicia, extendida en gran parte del territorio, que se llama Tacos de Canasta, que suele tener unas colas enormes pero son rápidas, justo al lado del zócalo, nada más empezar la avenida Francisco I. Madero de camino a la Torre Latina o Bellas Artes, tenéis uno a la izquierda, son una buena opción para no perder tiempo y dinero en restaurantes.


Y por hablar de otras opciones de comida, nos lanzamos a probar los tacos veganos, los habíamos visto en un blog de viajes y nos atrajo la idea de probar, el puesto es un tenderete ambulante pero que está siempre en la misma esquina, la de la calle Manzanillo 18 y su nombre es Por siempre Vegana - Taquería. Opinión? no os podemos decir que estaba malo, en absoluto, pero tampoco era lo que nos esperábamos, aún así, vale la pena, si eres vegano, por supuestísimo, pero si no lo eres y tienes curiosidad pues también es una buena opción para un día que estéis por la zona visitando el barrio de Coyoacán. Su parte negativa es que no hay absolutamente nada para sentarse, ni mesas, ni taburetes, ni bancos urbanos... toca sentarse en el suelo o comer de pie, y tampoco venden bebidas.



Y llegamos a Oaxaca, dónde para el primer contacto gastronómico escogimos uno de los bares/restaurantes del zócalo bajo los arcos, estuvimos mirando cartas y todos tenían lo mismo y a los mismos precios, así que escogimos el que tenía mesa libre y listos, no estaba mal, son una buena opción para momentos de sol fuerte o lluvia, ya que están a cubierto, y la comida era muy buena, aunque por estar en pleno centro no son baratos, tampoco es un atraco, pero hay opciones más baratas.


Aunque la joya de Oaxaca es, almenos en popularidad, Boulenc, un horno de pan adjunto a un restaurante ideal a cualquier hora del día, pero al que tenéis que ir con tiempo porque habrá cola seguro, para que os hagáis una idea, pudimos ir en 2 ocasiones, una a comer, pero esperando a media tarde para evitar colas a la hora punta, y al día siguiente a desayunar, yendo a las 8 de la mañana, media hora antes de la apertura, y ya teníamos 5 delante, aun así, el local es grande, tiene varios patios y salas y cabe mucha gente. Cogéos chaqueta si váis en época fresca por la mañana y váis a desayunar, os puede tocar mesa en un patio al descubierto y a la sombra... os lo digo yo...


Pero aunque el local es bonito, cómodo, el trato agradable y no es exageradamente caro, lo mejor es sin duda, su comida, tanto la presentación como el sabor, sólo tenéis que ver estas fotos de lo que pedimos, si la pinta os gusta, os aseguro que estaba muchísimo mejor, se me hace la boca agua sólo de colgar las fotos...

Y sin dejar Oaxaca, en el mercado 20 de Noviembre, a pocos metros del zócalo, también se sirve comida, de hecho es bastante famoso en ese aspecto y si preguntáis a lugareños dónde comer, seguro que os mandarán allí, y así lo hicimos, pero había un olor tan nauseabundo que nos fue imposible entrar, no sabemos si es por algo que cocinan o porque allí se mezclan paradas de alimentación, de carnes, pescados, animales vivos, especias... pero no pudimos ni adentrarnos en él ese día y a los siguientes ya ni lo probamos, pero os animamos a ir, no perderéis más de 5 minutos en el paseo y tal vez era algo puntual.


Y si como hicimos nosotros, váis en época de Fiesta de Muertos, os encontraréis infinidad de puestos ambulantes para comer aquí y allí y sin duda no necesitaréis ir buscando un restaurante.


Y como último destino, Isla Mujeres, ahí tendréis muchas opciones gastronómicas, pero todas son parecidas y dedicas meramente al turista, es decir, calidad floja y precios altos, en una ocasión estuvimos buscando sin prisas dónde meternos allí, comparando precios y tal y el más "normal" que encontramos fue el Mamma Rosa, aunque no tenían de apenas nada y de lo que tenían aseguraban no poderlo preparar "porque la cocina estaba apunto de cerrar", así que acabamos pidiendo un guacamole con nachos, que todo sea dicho, estaba muy bueno, y por $95.


Aunque las verdaderas joyas gastronómicas de la isla están una en cada punta, os explicamos, en la punta norte, en pleno bullicio turístico, en la calle paralela a la principal llena de bares y restaurantes, está el mercado municipal y en su exterior hay 4 locales juntos conocidos como las loncherías, lo de calidad a buen precio aquí se cumple al 100%, empezando desde la calle fuimos al segundo local (toldo azul en la foto) y allí comimos el mejor guacamole de nuestra vida, buenísimo, así como el resto de comida, nos pusimos hasta arriba de comer, y por precios irrisorios, en la segunda ocasión que fuimos este local estaba cerrado y nos pusimos en el primero (toldo rosa en la foto), y estaba igual de bueno todo, algo maravilloso y también a cubierto, ideal para el potente sol o las tormentas repentinas.



La segunda joya, que incluso os diría que es mejor aún que las loncherías y aún más barato si cabe, es Taco's Rigo, y está en la otra punta de la isla, en la parte sur donde viven los locales, nos lo descubrió la recepcionista de nuestro hotel y vale muchísimo la pena, el local es una especie de garaje con mesas y sillas de plástico, no esperéis grandes lujos y los pobres camareros apenas saben sumar y se ponen algo nerviosos con los turistas, ya que apenas va nadie que no sea local, pero creednos, es lo mejor que hay, tacos, gringas, y todo lo que imaginéis por $10, $20, $30... increíble, repetimos en varias ocasiones y nos quedamos con ganas de más, no lo dudéis y pegáos el paseo o pillad un taxi por $50 el trayecto.

Y hasta aquí todos nuestros consejos gastronómicos para el país, hay muchísimo más, infinidad, pero si escogéis cualquiera de estas opciones acertaréis seguro. Aunque en México dudamos mucho que se coma mal en algún lado...

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