En cuanto al alojamiento, estuvimos dudando si coger algún Airbnb pero al final nos decidimos siempre por hoteles, la diferencia de precio no era muy grande y almenos teníamos los desayunos incluídos. Nuestras elecciones fueron:
San Cristóbal de las Casas: Nuestro hotel elegido fue el Misión Grand, un fabuloso hotel al lado del zócalo, en una antigua edificación colonial y un salón en el claustro central ideal para empezar las jornadas. Habitaciones muy amplias, camas enormes y confortables. Y un personal la mar de atento que nos ayudó en cualquier cosa que le pedíamos.
Tlaquepaque / Guadalajara: Aquí lo tuvimos claro, Villa de Ensueño fue nuestra elección desde que lo vimos en un video. El hotel es maravilloso, habitaciones a modo de edificaciones repartidas por el recinto, la nuestra era una planta baja junto a la piscina, con nuestra terracita privada, y una habitación grande, con una cama enorme, bañera y un vestidor grande para guardarlo todo y no tener la habitación llena de maletas y ropa. El hotel es ideal si queréis visitar Tlaquepaque, del que tenéis el centro a 5 minutos andando, pero si por el contrario os atrae más explorar Guadalajara, tal vez deberíais valorar otras opciones, ya que el centro de la capital de Jalisco os queda algo alejado.
Guanajuato: Nuestra visita a la ciudad coincidia con el inicio del famoso Festival Cervantino, uno de los festivales anuales más importantes del país y dedicado plenamente a Cervantes y al Quijote, por lo que los alojamientos estaban a petar, pero finalmente encontramos Casa de Pita, que nos hizo dudar de si había sido una buena elección hasta que estuvimos allí y confirmamos que sí, no es un hotel al uso, es una casa, hiperdecorada, no queda un rincón en el que no haya una figura, plato, cuadro, planta, etc, pero con unas habitaciones la mar de cómodas, no exageradamente grandes, pero os sentiréis como en casa desde el minuto 1. No os perdáis su azotea con vistas a gran parte de Guanajuato que aún hoy no os podemos decir si era mejor de día o de noche.
San Miguel de Allende: Aquí la visita era de apenas 24h así que tampoco dimos muchas vueltas para escoger dónde alojarnos, después de mirar situación y leer algunas buenas críticas nos decidimos por el Hotel Boutique Casa Don Quijote, si bien no está en pleno centro, es cómodo, limpio y con una buenísima habitación amplia y con una gran cama. Ideal para recargar baterías.
Ciudad de México: Aquí buscamos algo en el barrio gay, por la llamada Zona Rosa, así que acabamos decidiéndonos por uno situado en pleno corazón del barrio, el Room Mate Valentina, en pleno centro de la fiesta, un hotel enorme, con habitaciones grandes y bien insonorizadas para no oír la fiesta continua que tienen los bares y discotecas, de día y de noche, y con un desayuno buenísimo y completo.
Oaxaca: Aquí sí que no tuvimos mucho donde escoger, 10 meses antes de nuestro viaje ya se notaba que era Fiesta de Muertos y las reservas volaban de un día a otro, así que acabamos por reservar en el Hotel Fortín Plaza, que no estaba céntrico, no era gran cosa y no pudimos usar su piscina porque no estaba adecuada para el baño... todo un acierto...
Isla Mujeres: Para nuestros últimos días en el país queríamos paz, relax y hotelazo, y no conseguimos casi nada de ello jajajajajajjaja Nos alojamos en el Hotel Na Balam pero finalmente no resultó ser tan malo como cuando llegamos y nos intentaron poner en una habitación horrorosa, por suerte su recepcionista se lo curró mucho para cambiarnos de habitación y hacer que la estancia fuera agradable. Eso sí, su playa semiprivada, su sala de masajes y su bar en la arena valen mucho la pena.
