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Sri Lanka Tour: Día 4, en bici por el parque arqueológico.

El despertador suena temprano pero al bajar al comedor no hay ni rastro del desayuno continental que habían dicho que se servía, por lo que Isra se quedó a desayunar pero yo aproveché para ir a recepción a asegurarme de que había bicis disponibles para salir esa mañana a ver el parque arqueológico de Anuradhapura sin necesidad de alquilar un tuk-tuk.


A las 8.30h estábamos pedaleando en dirección al parque de estupas pero antes hicimos una parada en la oficina de información al lado de la estación de autobuses para que nos dieran un mapa. El chico nos señaló el camino por el que teníamos que ir, lo más destacado que ver y nos informó de que no había una taquilla de entrada para comprar las entradas, sinó que cualquier caseta de policia servía para comprar los tikets y nos marcó como llegar a la más cercana.


Trayecto desde el hotel hasta el punto de venta de entradas al parque.

En una media hora de pedaleo llegamos a la caseta, los tikets valen 3875lkr por persona e incluyen las visitas a todo el parque arqueológico, no las perdáis de vista, cada vez que veáis un puesto de policia os las pedirán. Los mismos policias que nos vendieron las entradas nos indicaron por donde podíamos empezar. El parque es enorme, dudo mucho que sea algo posible de visitar en un sólo día si no usáis bici o tuk-tuk. Empezamos por unas cuantas dagobas (que es el nombre que reciben las estupas en Sri Lanka) cercanas, algunas con más gracia que otras, las hay más abadonadas, de ladrillo visto y poco concurridas, y otras blancas, en pleno uso por la población local y mucho más cuidadas y vistosas.



De hecho en Ruwanwelisaya Dagaba, la dagoba blanca de la foto, coincidimos con una ceremonia local, con música y un montón de gente vestida de blanco llevando ofrendas al templo. Fue un buen rato viendo algo distinto que no suelen ver la mayoría de turistas, siempre desde un lado para no molestar ni faltar al respeto a nadie.



Entre las distintas dagobas os iréis encontrando distintas ruinas, de poblados, distintos templos, una especie de piscinas enormes, etc., a pesar de que los mapas marcan bastante bien los caminos, no os extrañe si en más de una ocasión os preguntáis dónde estáis, tranquilos, preguntad a cualquier local que os encontréis, ya sea en algun puesto de venta de fruta, en alguna casa de las muchas que hay por la zona o simplemente parad algún vehículo y os indicarán por dónde seguir. En total estuvimos casi 6h pedaleando arriba y abajo, pero el cielo empezó a nublarse y a amenazar con tormenta de un momento a otro, así que pusimos rumbo al hotel, de camino nos encontramos con el conductor de tuk-tuk que nos recogió en la estación (̶e̶l̶ ̶q̶u̶e̶ ̶a̶s̶u̶s̶t̶a̶b̶a̶ ̶a̶l̶ ̶m̶i̶e̶d̶o̶) y le contratamos por 120lkr para recogernos al día siguiente a las 6 de la mañana y llevarnos hasta la estación de autobuses, que no estaba lejos del hotel, pero para ir con las maletas mejor ir con tuk-tuk.


A pocos metros de la llegada empezó a llover... toda la tarde. Así que visto que el tiempo no acompañaba y que no había gran cosa para hacer, nos fuimos a la piscina un rato a tomar un baño bajo la lluvia y de allí a la habitación hasta la hora de cenar, y aun no había parado de llover con más o menos fuerza. Así que nos acostamos más pronto de lo habitual que a la mañana siguiente nos tocaba madrugón.

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