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Ruta de 3 días por Midi Pyrénées. Día 1: Albí, Cordes-sur-Ciel, Saint-Antonin Noble Val y Najac.

Aprovechando un cambio de planning laboral de última hora durante esta Semana Santa de 2017, y en cuestión de 2 días, organizamos esta escapada que teníamos muchas ganas de hacer desde que descubrimos algunos de los pueblos a través de Instagram.


Como siempre en nuestros viajes nos suena el despertador pronto, muy pronto, jodidamente pronto... teníamos 4h de camino y queríamos llegar de buena mañana a nuestro primer destino para aprovechar al máximo el día. Ni las maletas hechas teníamos de lo precipitado que había sido todo.


Desde nuestra zona (costa de Barcelona), el trayecto es sencillo y rápido, AP7 hasta la fronera francesa (8.86€ de peaje al abandonar el país), allí enlazas con la A9 francesa hasta casi llegar a Narbonne donde hay que coger la A61 hasta Toulouse y allí seguir las indicaciones para seguir por la A68 hasta Albí, nuestra primera parada. El total de las autopistas francesas asciende a 21.66€.


Llegamos a Albí en 4h clavadas, no había mucho tráfico y adecuamos la velocidad al máximo permitido en todo momento, ni 1km/h más, que ya en el viaje en coche a la Alsacia nos llegaron 3 multazos por excesos tales como 3kms/h por encima del límite permitido y no queríamos repetir ese bonito momento de recibir cartas con sello estatal francés.


Como ya hemos dicho la organización del viaje fue precipitada así que no pudimos estudiar mucho qué íbamos a visitar y nos lanzamos un poco a la aventura, tanto fue así que esperábamos que Albí fuera un pueblecito medieval como tantos otros y para nuestra sorpresa es un nucleo urbano bastante grande, como sabíamos que la estampa oficial de la ciudad es su puente con la catedral al fondo, buscamos el río y nada más llegar a él vimos el puente a pocos metros del que estábamos cruzando, así que aparcamos nada más cruzarlo en una zona gratuita y nos dispusimos a andar hacia el casco antiguo alrededor de la catedral.



No sé si por desconocimiento o qué, pero no os puedo decir que Albí nos encantara, el casco antiguo tiene sus rincones con encanto, pero en general estaba decorado por persianas bajadas con carteles de en venta o en alquiler y sólo alrededor de la catedral había verdadera vida de bares y tiendas abiertas. Habíamos leído en algún blog que el mercado valía mucho la pena, pero cuando entramos, había poco más de 1 docena de paradas de lo más normales. En cambio lo que sí nos sorprendió gratamente fue la Catedral de Santa Cecilia de Albí, la cual es muy austera por fuera y al entrar vale mucho la pena, está llena de frescos, figuras y un artesonado de madera increíble.


Visto lo visto, y después de dedicarle un rato a la visita interior de la catedral y de callejear un poco por el casco antiguo, decidimos seguir camino hacia nuestra siguiente parada, Cordes-sur-Ciel, a la que llegamos en escasos 30minutos.


Cordes-sur-Ciel

En Cordes-sur-Ciel se paga por aparcar en todos lados nada más entrar al pueblo, pero justo a escasos 200m de la entrada hay un supermercado Spar donde, además de comprar algo para comer y beber, podéis aparcar y andar hasta el pueblo, el cual está lleno de cuestas bastante empinadas, y es el típico pueblecito medieval con sus casas de piedra, sus faroles y sus calles adoquinadas. Durante el ascenso las calles son bastante tranquilas y con poca vida, pero al llegar a la parte alta la cosa se anima, hay varios bares donde tomarse algo o comer tranquilamente en sus terrazas si el tiempo acompaña y un montón de tiendas de productos típicos de la zona. Cerca de la plaza techada está la oficina de turismo en la que podéis acceder al patio interior y allí conectar con la red wifi gratuita.


Una vez callejeado un rato y habernos tomado algo bajo el techo de la plaza del mercado volvimos a bajar para seguir nuestro camino, esta vez para ir rumbo a Saint-Antonin Noble Val.



Poco más de 25minutos de coche y llegamos a nuestro destino. Aparcamos justo a la entrada del pueblo donde hay una arboleda A este le dedicamos poco rato, a la entrada del pueblo hay un cartel con una ruta a seguir a traves de sus callejuelas y nos dedicamos a seguirlo para ver los rincones más destacados, que tampoco son espectaculares, simplemente rincones de pueblo con sus casas, sus entradas y sus ventanas adornadas con flores pero tampoco quiero decir que sea feo ni mucho menos, simplemente un pueblo al que dedicarle un paseo. En la oficina de turismo tambien hay wifi abierta gratis.


Y de allí pusimos rumbo a la 1ª de las joyas de la zona, Najac, la cual vimos hace tiempo en un regram de Instagram y nos gustó tanto que empezamos a investigar sobre la zona y allí pasaríamos la noche.



Realmente Najac es pequeño pero es un imprescindible en una ruta por la zona, su foto estrella es la que podéis ver aquí encima pero el pueblo tiene muchos rincones interesantes. Con el coche podéis ascender hasta la plaza de entrada donde tenéis un parking gratuito, pero si está lleno cuando lo visitéis Keep Calm, entrad con el coche a la izquierda metiéndoos dentro de las calles, entraréis en una calle bastante ancha llenas de casas de piedra a ambos lados y que acaba en la plaza desde donde la calle desciende en una fuerte pendiente y desde donde se toma la famosa foto de Najac. En toda la plaza y frente a las casas de piedra se puede aparcar tambien sin pagar.


Una vez aparcados y dispuestos a andar el pueblo no tiene pérdida, simplemente bajáis la cuesta y seguís el camino recto, que poco a poco irá volviendo a ascender hacia el castillo, el cual se puede visitar de 10 a 17h en visita guiada de 30mins por 5,50€/persona. Desde la zona del castillo podréis admirar el pueblo desde el otro lado que es igualmente bello.


Para pasar la noche elegimos el Belle Rive Hotel, un hotelito en la parte baja de la montaña, con el río pasando al lado y con vistas al castillo en la alto de la montaña. Muy buena opción, precios razonables y con un buen desayuno.

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